Fanfarlo

Todo va muy rápido hoy en día. Anoche cenamos veinte personas en una sidrería desde la que se veía Bilbao iluminado. El batería de Atom Rhumba y Cujo también estaba cenando allí. El bar se llenó de humo cuando sacaron las planchas de carbón con las chuletas. La sidra hizo mella. Cuando bajábamos en el último autobús urbano, la sidra empezó a hacer mella. El señor conductor no se ríe... no se ríe. Y no se reía. Pero tenía prisa. Según parece, el último autobús de la línea es la última atracción que queda del antiguo parque de atracciones. Todo va muy rápido hoy en día. La nueva promotora-asociación cultural del hermano de Ainhoa, tras traer a Travolta y a Los Punsetes, anuncia la visita de los Niños Mutantes. Todo va muy rápido. Hace unas semanas que enredando por entre la maraña de blogs y páginas especializadas del universo virtual encontré referencias positivas sobre un nuevo grupo de Londres. Vi unos videos. Escuché unos cortes. Sí, me gustaron. David Bowie ya los ha apadrinado. Tienen entrada en la wikipedia y ya los ha reseñado El País. Aún no han publicado su primer álbum. Todo va muy rápido. El viernes subimos a ver el piso y ya han tirado los tabiques y vuelto a levantar los que tenían que levantar. Fanfarlo ya ha anuncia gira internacional con el disco que aún está por publicar. Quizás la nueva promotora-asociación cultural pueda traerlos a la ciudad. O quizás ya hayan nacido con un caché inalcanzable. Todo va rapídisimo. Y lo mejor es que cuando les escucho a ellos, su música no va tan acelerada. Rápidas y fáciles las comparaciones: I'm from Barcelona porque son más de cuatro y Arcade Fire por lo mismo y porque a veces si que suenan parecidos. Yo añadiría a Noah and the Whale. Percusiones, instrumentos que cada vez son más habituales en el pop como la mandolina con la que el Capitán Corelli quería enamorar a Pe y las guitarras como centro sobre el que gravita lo voz del sueco Simon y los coros de los demás. Todo va tan rápido que apenas he podido leer la cita de David Bowie pero estoy de acuerdo con lo que dice de la "melancolía deliciosa", por eso hablaba de Noah and the Whale y ya se ha pasado el fin de semana, rapídisimo y, mañana, lunes, habrá que conducir hasta Vitoria, por la nacional, sin prisa porque iré escuchando la música de Fanfarlo con el pie en el freno y la cabeza en la deliciosa melancolía.
Posdata: Todo va tan rápido que se me ha pasado sugerir una canción, que es el hilo conductor de estas entradas: y por decir una, diré la que lleva el título de aquel periodista de mediados del siglo pasado al que tanto le gustaban los platillos volantes y los tesoros piratas, Harold T. Wilkins.

Comentarios