The Fiery Furnaces

Vuelta a la carretera, tío. Otra vez a conducir dos horas al día, 70 kilómetros cuesta arriba y 70 cuesta abajo para volver. Además, vuelta a las carreteras secundarias, a evitar los peajes, a maldecir los camiones, a poner la música a tope mientras abro la ventanilla para dejar que entre el olor a bosque. Y los primeros de una nueva etapa de música a 90 kilómetros por hora, fueron los hornos fogosos, las calderas abrasadoras. La música de los hermanos Friedberger es perfecta para tomar curvas, para encarar cuestas, acelerar en las rectas, reducir en la revuelta y apretar el estómago en los desniveles. La canción que puse dos veces, ésta, "I'm Going Away" con su estribillo lleno de baches, empedrado, con su guitarra de frenos que fallan.

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