El Cuervo no hay más que uno y a ti te encontré en los bares



Esta entrada también está relacionada con las fiestas patronales de la anteiglesia de San Vicente de Barakaldo. El bar El Cuervo, que se mantiene ahí, en pie, impertérrito, en la esquina de Juan de Garay con La Felicidad, lleva ya varios años haciéndonos felices cuando llega Julio. El garito se queda pequeño para ver en directo a las bandas que visitan sus históricas paredes: hace poco celebraron quince años de andadura ya. En Julio y en años pasados, han tocado en el escenario portátil, bandas como Los Plomos, Paniks, Toni Metralla y los Antibalas, M.C.D., Tiparrakers, TurboFuckers, Distorsión... Este año no podía ser menos, y el cartel que se ha montado Javi, el perpetrador, podría ser, sin exagerar, la envidia de algún escenario principal en festivales veraniegos de este palo musical. 

La oferta merecía su entrada en solitario y, ya que nos ponemos, desgranaremos un poco lo que viene este año:

La fiesta la abrirán Tacoma. Llegan desde Portugalete, hacen rock en castellano, y acaban de publicar su primer álbum, autoeditado y homónimo. Son gente con recorrido y un largo currículo en algunas bandas que han ido escribiendo la historia del rock en la margen izquierda.
Last Fair Deal seguirán con la celebración el sábado. Esto es apostar a caballo ganador. Ya hemos hablado largo y tendido de ellos en este blog. Reseñamos su último disco, Odyssey in the Key of Three (2016), que, sin duda, estaba entre lo mejor del rock nacional en la temporada pasada.
La Agonía del Congrio trabajarán en domingo. Es producto local, pero del bueno. Una de esas bandas que han sobrevivido a decenas de cambios de formación y, según los que les han visto últimamente, parece que están en forma.
El lunes les tocará el turno a Las Sexpeares, otra banda local pero con alcance nacional. Desde que comenzaron hace unos años, su nombre ha estado en boca de todos: siguen siendo al mismo tiempo promesa y realidad. Con dos EPs y su primer LP recién editado, Me fui de casa (2016), ya han girado con su punk-rock de sabor noventero por gran parte de la península. Desde que sacaron el larga duración, por ejemplo, han tocado ya en, además de por aquí cerca, Andalucía, Extremadura, La Rioja, Madrid, Castilla y León o Cataluña.
De Putakaska hay poco que añadir. Ya han petado El Cuervo varias veces. Sin riesgo de exagerar, Putakaska es una banda histórica del punk en la margen izquierda y, por extensión, de toda la zona norte y más allá. Imposible entender lo que pasó aquí hace un par de décadas si no les conoces y prestas atención a su discografía. Eso sí, no se han quedado mirando hacia atrás. En 2014, publicaron un recomendable álbum, Pegarles fuego, demostrando que, por mucho que salgan en las crónicas históricas, aún están de actualidad y siguen vacilando.
Los Vibradores, llegados desde Bilbao, actuarán el miércoles. Es una formación con pedigrí y fama ganada. Llevan ya una docena de años homenajeando a los clásicos nacionales e internacionales del punk. Además, sus miembros saben de qué va esto y llevan tiempo aprendiéndolo sobre el escenario. A alguno de ellos les podremos ver en el Tubo también, pero actuando bajo el nombre de Shöck.
El jueves llegará el plato fuerte para muchos, ya que visitará el Cuervo una banda acostumbrada a escenarios más holgados y audiencias más repletas, Rat-zinger. Publicaron su último trabajo en 2016, Larga vida al infierno, y esta banda de Bilbao, nacida de las cenizas de Anarko, seguro que convierte el bar en una olla a presión.
El viernes del segundo fin de semana festivo, se repetirá el lleno, seguro, para asistir al concierto de The Wizards, una banda que está creciendo a un ritmo vertiginoso pero merecido. Llegarán desde Bilbao, aunque con algún miembro del grupo del pueblo, para presentar su último y exitoso disco, Full Moon in Scorpio, que presentaron recientemente en el Kafé Antzokia de la capital.
Esta edición de 2017 se cerrará con Gris Perla. Los de Sestao, sin duda, son un grupo fundamental para entender la música de esta zona en los años 90 del siglo pasado. A más de uno le van a venir recuerdos iniciáticos lo quiera o no. 

Así que, allí estaremos, cuánto podamos y si cabemos. Ciertamente, ay señor, no hay conocimiento.

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