Fiasco Review!: Always Young de Faltons



Algo se mueve en Portugalete, o, probablemente, lleva ya tiempo moviéndose y nosotros no nos habíamos enterado. Vamos a intentar reflejarlo aquí, en este blog, porque, en los próximos días, y sin que nadie nos lo haya pedido, hablaremos del trabajo de dos o tres bandas que coinciden ensayando en el histórico Matadero, convertido ahora, o hace tiempo, no lo sé, en algo más que un local de ensayo. Lo dicen ellos mismos: "Lokal bat baino gehiago, bizimodu bat." Como plataforma de promoción musical con aspiraciones de sello discográfico, y colaborando con una red más amplia que incluye la taberna Arana o la asociación Pikotos Rock Elkartea (organizadora, entre otras cosas, de la feria musical que, recientemente, celebró su segunda edición), Matadero Records ha sacado, tan solo hace unos días, un cedé que recoge la producción que, en silencio para muchos que no estamos lo suficientemente cerca, se está llevando a cabo en esos locales. Por tres euros, puedes conseguir una muestra de lo que proponen bandas como Faltons, Koska, Rabino Arana, Desorden, Última Generación... Yo aún no lo tengo. Y hablo de todo esto desde lejos, aunque esté a diez minutos en metro, pero convenía empezar por aquí y darles bola a todos los que se han comprometido con este rollo de la música en el pueblo.

Una de esas bandas, ya lo hemos dicho, son los Faltons. Acaban de sacar Always Young, su segundo disco. Lo han hecho en formato digipack, con una portada que recuerda a otra pero nos haremos los suecos. Vamos a hablar de ello, aunque vayamos a hablar más de la cuenta, ya te lo adelanto. 

Voy a ser sincero: al segundo disco de los Faltons, creo, le falta algo. Algo que sí tenía el primero, Sonido Matadero, que publicaron en 2015. Yo no lo había escuchado hasta ahora, sigamos siendo sinceros. Pero si me proponía hablar del segundo, me dije, haz bien las cosas y escucha también el primero. Y la sensación que me quedó después de escuchar los dos es que al segundo le falta algo. No me preguntes exactamente el qué, que te diré medianías y generalidades sin que consiga explicarme. Se escucha distinta la batería en la primera, más sucia, más enérgica, más real. Las canciones son más viscerales, más arrebatadas. Tienen un matiz distinto, en resumen. Algo se les ha quedado por el camino. En este segundo disco, alguna canción parece que va al rebufo, pausada. No sé muy bien cómo explicarme, aunque no deje de intentarlo. Aun así, no te confundas ni me malinterpretes, el disco tiene nivel, no es una oportunidad perdida. Además, también se percibe una evolución. Algunas canciones nuevas tienen más hondura, más complejidad, más atención a los pequeños detalles. Y no me refiero solo a que en el primer corte usen percusión de mano. Hay otra tinta en algunas canciones, algo que promete y que te obliga a confiar en que a los Faltons les queda recorrido: ya han abierto camino y dan ganas de seguirles lo que les queda por delante. 

Hay canciones como "Pierdes el tiempo", "Condenado" o "Animal" que siguen a piñón fijo ese patrón de riff potente y continuado, base rítmica contundente, juego de voz y coros, y parones repentinos para arrancar luego. Pero si la primera tiene frescura e inmediatez, a las otras dos les falta un poco de lozanía, aunque, en "Condenado", por ejemplo, el bajo le da un punto sugerente a la canción. "Tu camino" tiene más miga, aunque, de primeras, parezca una canción sencilla. Por ejemplo, atrapa ese contraste en las guitarras, que, por un momento, toman una tonalidad más metalera, como si estuvieran tocando el "Fear of the Dark", pero naciendo de un riff más cristalino y punkarra. Es una canción más pesada, con relleno encubierto, porque la letra tiene magnitud y la cierran usando al profesor Keating de El Club de los Poetas Muertos, incluso cuando recita el "The Road not Taken" de Robert Frost, un poema que, a muchos, nos volvió locos (para lo bueno y para lo malo) mientras hacíamos que estudiábamos en la carrera. En cualquier caso, hay más detalles y finuras en el disco que, como decía en el párrafo anterior, hacen que lo disfrutes y creas en la capacidad para hacer buenas canciones de punk-rock de los Faltons. Como, por ejemplo, ese aire juguetón, casi punk-pop a lo Nasti de Plasti pero con voz ronca y reñida y guitarras más aquilatadas en "Quema la ciudad", o la inmediatez y sencillez de "Always Young", basándose en el inglés con rima marcada, o la rabia nostálgica nacida en sordina en "Coche ruin". Quizás, es la última canción del disco la que recupera la frescura y el ímpetu que premiábamos en el primer disco. "Excesos y adrenalina" tiene esa urgencia, esa vehemencia repentina: una guitarra hipnótica desde el principio y un estribillo de los que apetecen tatuarse en la nuca, con un ritmo creciente, en la línea de la épica auténtica, con lenguaje y filosofía llana, de barrio, que tanto nos gustan y nos enervan. 

El disco además esconde varios juegos y relaciones significativas. Para empezar, te puedes volver loco con la lista rotulada en el digipack. El, supongo, error de maquetación acaba siendo hasta divertido y, además, te obliga a escuchar el disco con más atención. Hay también varias referencias musicales que descubren las raíces de la banda y del disco. Se menciona, si no me equivoco, a los añorados Never Surrender en "Coche Ruin" o a los The Undertones en "Always Young", además de jugar a las referencias escondidas con Barrikada en "Otra noche cualquiera", donde el estereotipo de la femme fatale toma cariz de carne y hueso. Esta última canción, además, obliga a recuperar el primer disco y apreciar a la banda en su conjunto. De "Una noche cualquiera", en Sonido Matadero, pasamos a "Otra noche cualquiera" aquí. Además, en esta canción, yo, al menos, y poniéndome ya un pelín intenso, encuentro una de las razones por las que este disco tiene más gravedad y reposo. Y es que, en todas las letras del disco, y en esta también (magnificado por el juego al que obliga relacionarla con la de 2015), hay un enfoque más trascendente que, de alguna manera, dibuja el espíritu del disco. Lo que cuentan tiene más entidad: han pasado de los gritos salvajes al rock and roll a una reflexión más complicada y franca, y eso es de agradecer, porque denota que el grupo es sincero y consecuente. Muchas, si no todas las canciones, hablan del paso del tiempo, de enfrentarse a ello y de luchar por mantener la integridad y la convicción en tu forma de entender la vida, más aún cuando se pone en riesgo por cosas que no podemos controlar del todo como los años que pasan y las dudas que nos entran. El profesor Keating lo dice y Frost lo decía también, pero con su aire sofisticado y simbólico: tener los cojones para seguir siendo tú mismo y no arrepentirte, seguir siempre siendo joven; "es mi vida", cantan los Faltons, pero en el fondo reconocen y se enfrentan a las incógnitas que, por mucha determinación y fe que tengamos, siempre debemos encarar. Se ve en "Pierdes el tiempo", la nostalgia con la que rememoran otros tiempos en "Coche Ruin" o en "Quemar la ciudad", o en la ya mencionada "Otra noche cualquiera". Lo cantan directamente: "pasan los años ya no eres un crío / eres el reflejo de lo que has vivido." Todo ese testimonio y la reflexión que trasladan en cada línea le da aún más valor a estas canciones, un valor quizás no tan evidente y directo, pero elocuente y preciado. 

Dicho todo esto, la verdad, ahora me doy cuenta, podría haberme ahorrado mucho de lo que he dicho y haber citado a Javi Rubio, como hacen en los artículos científicos, para resumir qué son los Faltons y no meterme en berenjenales, como he hecho en media docena de párrafos. Rubio, al que los Faltons le hacen un merecidísimo homenaje en el disco, lo explica muy bien: punk-rock callejero, a todo trapo, para brindar con los colegas. No sé alejan mucho de eso, aunque yo le he visto al disco más hondura y complejidad. Además, se advierte que queda mucho recorrido aquí. El propio Rubio me decía hace unos días que no podía tener una idea completa de los Faltons sin verlos en directo. Pues eso queda pendiente. Algo se mueve en Portugalete, además, y empiezo a creer que la Margen Izquierda está preparando una nueva revolución musical, una en la que, como no podía ser de otra manera, y también lo hacen los Faltons, miraremos hacia atrás para coger el impulso que nos lleve adelante.

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