Una chorracrónica y cinco posdatas




Calla, que hoy es nochebuena. Voy a comer zamburiñas y jugar a la perejila. Mañana, migas. Todo el mundo quiere que su vida sea como en los anuncios de embutido. Pero no es así. Ni en nochebuena, ni en Año Nuevo, ni el 29 de Febrero en año bisiesto, ni todos los miércoles tristes de tu vida laboral y rutinaria. Cuanto más quieres que tu sala de estar se parezca a la que has visto en el catálogo de Ikea, más se acerca a la sala de estar de los Alcántara en San Genaro. Calla, coño, que mañana, encima, Navidad, qué casualidad. Hoy estaban en Los Fueros cantando villancicos. Me he quedado un par de minutos viendo al tío de la guitarra machacar un solo acorde. Eso puedo hacerlo yo, pensaba. Igual lo hago, repetía para mis adentros. Ayer, al bajar al metro, retumbaban los peces y los ríos y los dioses nacidos por toda la estación de Ansio. Iba yo tirando del carro por Merindad de Uribe, de nuevo esta mañana, y me he dado cuenta de que estaba tarareando la marimorena cuando en el reflejo de una tienda de chuches he confundido mi perfil con el del Olentzero. Casi me doy un queco pero son días de compasión y bondad. Incluso, con uno mismo. 
Y dicho todo esto: sí, el concierto de Los Paniks estuvo bien, como siempre. 
Pasemos a los Lie Detectors
Te lo digo de verdad pero ayer, quizás porque los vi desde la derecha, me quedé grillado con la base rítmica del grupo. Sobre todo, con Txiki, creo que se llama, que se pasa todo el concierto peinándose los tirabuzones que le salen por encima de las patillas, pero cuando vuelve a poner las manos sobre el bajo: tate, ahí pasa algo. Toca un rickenbacker precioso, pero no es solo eso, es que lo escuchas. Es que si te fijas, fijas bien la vista y el oído, y no solo sientes como entre él y el baterista al fondo aplanan el piso para que luego se alce el edificio, es que, además, él se luce, engalana y atesora las canciones como siempre han hecho los mejores bajistas de la música punk. Creo que él es lo punk de esta banda y por eso y porque lo tenía enfrente, y era a quien mejor veía entre las cabezas, pues eso, me fijé. 
Fíjate, ya está hecha la crónica. Ahora termino felicitándole al Satélite T los cumpleaños y aniversarios y me despido porque no quiero seguir haciendo el ridículo y ya está. Yo no sé si es la época del año o que me estoy haciendo viejo, pero sienta muy bien esto de pasarse por el forro los formatos. Voy a llamar por teléfono a George Bailey, a ver qué se cuenta, igual cae una partidita a la brisca. 

Posdata A: Les dije, lo reconozco, a Patxi y a Zebu, que había visto a Los Paniks un poco flojos. Luego me di cuenta al transcurrir la noche, que, en realidad, era yo. Tocaron un par de canciones nuevas que prometen. Una era una versión, creo, pero no lo pillé. Había decidido, tras un acuerdo sentimental previo con parte de la parte afectada, no escribir sobre ellos. Por eso ese primer párrafo estúpido al principio; no por falta de educación o por crítica negativa. Y, por eso, esta cobarde y estúpida posdata que, en realidad, lo jode todo. 

Posdata B: Se puede decir mucho, pero que mucho de un concierto de Lie Detectors. Mucho. Y casi todo o todo, bueno. Pero yo, hoy he optado por la sinécdoque, que es una palabra hasta difícil de escribir, por dos razones: una, resaco, tanto físico, como musical. Dos, hoy es nochebuena y mañana, navidad, no voy a sacar la bota que la saqué anoche, pero eso quiere decir que estamos a tiro de piedra de que acabe el año y, de verdad, yo no sé vosotros, pero yo estoy hasta el moño de leerme a mí mismo que no puedo evitar leerme mientras escribo. Me parece patético que escriba por cumplir cuando no me lo exige nadie y pocos lo reclaman. Así que, como al final lo he hecho, he dicho, al menos, haz un poco el chorra que te queda mal y la gente sale huyendo con lo que les haces un favor. Es mi buena acción en Saturnalia. Calla, me voy a ver la bajada del Olentzero a ver si piso mierda de buey, que trae suerte. 

Posdata C: La foto se la robo a Mikel de su facebook, sin permiso, que somos del mismo barrio. 

Posdata D: Ayer salían conciertos como carrerilla en la cima del Sasiburu. Reconozco que, por ejemplo, perderme a los Radio Aktiva reventar el Tubo, como he leído por ahí, me sentó peor que un revuelto de ciclotibe blanco. La ostia, ahora parece que entiendo de hongos y todo. 

Posdata E: La primera persona del sujeto que se empodera en estas entradas, además de ser un petulante que usa verbos como empoderar y se queda tan a gusto, es un personaje de ficción, así que, por favor, a mí dejadme tranquilo que bastante tengo con lo mío.

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